Pablo Ramírez es uno de los nombres más importantes de la moda argentina. Su curriculum vitae incluye varios hitos: la legendaria editora de moda inglesa Isabell Blow aplaudió unos de sus primeros desfiles de pie. Y sus illustraciones, que son por cierto espectaculares, figuran en el libro "Fashion Illustrations by fashion designers" al lado de bocetos firmados por Badgley & Mishka, Anna Molinari y otros top designers. Ha cosechado las mejores críticas con sus desfiles no sólo en Buenos Aires sino en Nueva York, Berlín y Colombia. Susy Menkes del Herald Tribune le dijo en un backstage que tenía que desfilar en París "porque sería todo un éxito". Alber Elbaz, el modisto de Lanvin, llegó a su tienda de SanTelmo porque admira su trabajo. Y su foto apareción en el blog The Sartorialist cuando Scott Schuman, el blogger más conocido del mundo, pasó por Buenos Aires.
Su estilo es elegante, sofisticado, con un inconfundible sello retro y el color negro es su fetiche sumado al blanco. Niño mimado de famosas como Natalia Oreiro, Leticia Bredice, Natalia Lobo, Cecilia Roth y Mia Maestro, entre muchísimas más, ha trabajado mucho también en vestuarios de teatro (Julieta Diaz y Marilú Marini, por ejemplo) y tevé (Ernestina Pais para CQC, Roth en El Elegido).
En estos días su talento forma parte de la muestra Patria Petrona que puede visitarse en la Fundación Proa de La Boca y se prepara para sorprender, una vez más en la pasarela internacional, en la próxima edición del Mercedes Fashion Week de Estocolmo. De eso y mucho más, habló para Valeria Mag
Siempre sos noticia Pablo. Ahora por Patria Petrona. ¿Qué te aporta a tu vida, a tu carrera, participar de un evento artístico que va más allá de la pasarela?
Participar en un evento como este en Proa para mí es un lujo, una gratificación enorme, porque me nutre muchísimo. Tener la posibilidad de expresarme como un artista, sin tener que pensar en un cliente.
Sé que adorás a Alfredo Arias. ¿Con que otros directores te gustaría trabajar?
Alfredo es un genio, me siento muy halagado de formar parte de estar muestra con él. Hay muchísimos artistas que admiro con los que me gustaría trabajar: David Lynch, Tim Burton, Pedro Almodovar…
¿Soñabas cuando arrancaste en la moda con una carrera tan productiva?
Lo único que soñaba era trabajar y vivir de esto, así que en ese sentido puedo decir que mi sueño se hizo realidad.
¿Cómo era tu relación con la moda cuando vivías en Navarro, tu pueblo?
En aquel momento no había toda la información que hay ahora, así que me desesperaba leyendo cuanta nota aparecía publicada, viendo en la tele los micros de 3 minutos de Roberto Giordano que era el único que mostraba algo de desfiles… y estaba todo el tiempo dibujando e ideando vestuarios y escenografías.
¿Te costó imponerte en la gran ciudad?
Al principio fue duro, no conocía a nadie, no tenía ni la más mínima idea de cómo poder ingresar al medio, y el único contacto que tenía era la Universidad de Buenos Aires, que me abrió la cabeza hacia un mundo completamente nuevo. Fue gracias al concurso “Tela y talento” de Alpargatas que pude entrar en el mundo de la moda.
Recuerdo en uno de tus primeros desfiles haber visto a Isabella Blow de pie aplaudiendo eufóricamente.... ¿Cómo lo viviste?
¡Ese fue un sueño hecho realidad! Lo viví como eso, como algo histórico. Fue muy emocionante y excitante, ella, un ícono de la moda internacional, entrando al backstage con lágrimas en sus ojos, desvistiéndose, tirando sus Mc Queen´s al suelo para ponerse mi ropa! Fue muy fuerte…
A diferencia de muchos diseñadores que se adaptan a las consignas vos siempre tenés un estilo y vas contra la corriente. ¿Te divierte ser el hombre de negro de la moda argentina o ya te aburrió el slogan?
¿Tengo ese slogan? ¡Me encanta! (risas). No me aburre para nada hacer ropa negra y seguir trabajando temporada tras temporada intentando construir un estilo propio. Me parece el mayor desafío y me apasiona hacerlo.
¿Cómo pensás las colecciones?
A veces las pienso como una continuación de la colección anterior y otras, como lo opuesto, puede que decida contradecirme de la anterior y cambiar el foco de la silueta hacia otro lado, también depende de mi ánimo puedo estar más melancólico o más alegre… aunque nunca me lo proponga, mis colecciones son absolutamente autobiográficas (risas).
¿Cuáles son las prendas fetiches by Ramírez?
El vestido negro, la camisa blanca y el trench.
¿Es cierto que una vez hiciste una colección multicolor para demostrar que no eras daltónico porque circulaban rumores con esa teoría?
(Más risas) No, no fue así. Si bien supe que decían que yo era daltónico, lo cual me parece genial. Yohji Yamamoto dice que él hacer ropa negra porque es muy perezoso para ponerse a pensar colores todas las temporadas. ¿No es genial? Bueno yo en realidad hice esa colección para complacer a los que en aquél momento eran mis socios-financieros, y ante ese pedido, respondí irónicamente con una línea de vestidos de noche, con color para el Carnaval.
Si no hicieras moda en Buenos Aires ¿En qué lugar del mundo la harías?
En París.
¿Quién es tu mujer fetiche?
Hay muchas: Carmen Dell´Orefice, Dita Von Teese, Ines de la Fressange ¿Una argentina? Marilú Marini.
¿A quién te falta vestir?
A tantas… A Dita por ejemplo. Pero especialmente sueño con vestir a Sheika Mozah Bint Nasser Al-Missned, más conocida como la jequesa de Qatar.
Estas partiendo una vez más al Mercedes Benz Fashion Week, esta vez en ESTOCOLMO. ¿Qué expectativas tenés?
Muchas. Primero, la posibilidad que me da Mercedes Benz de conocer una ciudad maravillosa como promete ser Estocolmo y también la gran responsabilidad de mostrar mi trabajo ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario